Seguir la guía de un especialista siempre es mejor que ir solo y dando pasos sin sentido. A esta altura de la vida seguro que lo has experimentado muchas veces. Tener un profesor, un maestro, un guía o alguien con más experiencia que te oriente en lo aquello que quieres mejorar. Eso marca la gran diferencia comparado con ir por libre, claro. Ahora sabrás cuándo y cómo hacerlo. Vamos con las meditaciones guiadas y cuando dejarlas.

Vale. Pues en una meditación lo es también (y mucho). Un buen guía te permitirá que, durante la práctica, consigas disfrutar, aprender de ti mismo. Y desarrollar más (y mejor) la técnica de Mindfulness (y la habilidad “Mindful” de paso).
Este estilo de meditación (llamémosla así) es aquella en la que vas siguiendo unos pasos muy específicos y descriptivos. Ésto hará que tú y tu mente os centréis en lo que el guía quiera. El medio es a través de una forma de hablar concreta, de un tono de voz y de unas palabras que son óptimas. Todo ello para que te focalices en el «objeto» de meditación.
Las meditaciones guiadas son unas herramientas muy potentes para aquellas personas que les cuesta centrarse por sí mismas. Perfecto para los que no tienen la mente lo suficiente “domésticada” como para hacer una práctica bien centrada. Aún así, es esencial experienciar las meditaciones guiadas y cuando dejarlas.
Si crees mínimamente que puedes realizar una meditación mindfulness sin un guía solo tienes que probar a hacerlas tú mismo. Sigue las siguientes indicaciones y ponte a prueba:
- Siéntate en un sitio tranquilo
- Toma una postura cómoda y con pocas tensiones físicas
- Selecciona el tiempo que vas a estar practicando y pon una alarma que suene suave o un sonido de gong o cuenco tibetano (échale un vistazo a Apps como «Insight Timer» que las lleva incorporadas en sus alarmas)
- Elige el «objeto» de la meditación. Ésto puede ser centrarse en: la respiración (centrada en el vientre o en la punta de la nariz), ciertos sonidos (venidos de la habitación en la que estás o de fuera de ella) o en sensaciones (el viento en la piel o las tensiones y distensiones del cuerpo)
- Ten siempre presente durante el ejercicio que, si te distraes del objeto principal de la meditación, indícale a tu mente que “lo más importante ahora es la práctica meditativa y que quieres dejar el resto de cosas fuera del momento presente” y sigue meditando.
- Recuerda: siempre que te distraigas y vayas a reorientarte a la meditación de nuevo, trátate a ti y a tu mente con mucha dulzura y cariño. No te “flageles” con frases dañinas e intentar “ser perfecto” porque no te van a servir para nada que quieras conseguir en Mindfulness. Lo que tú llamarías “fallar al meditar” es una parte esencial de la misma esencia de Mindfulness.
Dejar las meditaciones guiadas es parte del proceso de avance…
También puede decirse que podríamos expresarlo diciendo: el siguiente paso es “empezar meditaciones auto-guiadas”. Aunque sea como fuera, definitivamente es dejar al guía y “volar por uno mismo”.
Cuando veas que tienes la suficiente habilidad para llevar la meditación de la manera que te hemos descrito hace un momento, ¡adelante! Verás que no se puede estar lo suficientemente preparado para ello, y que no hace falta estarlo.
Nos encantaría saber cómo fue tu experiencia de pasar de meditaciones Mindfulness guiadas a “auto-guiadas”. Y si aún no lo has hecho y tienes dudas también nos gustaría mucho saberlo.
Es la primera vez que me acerco a esta disciplina y pensaba no he tenido nunca guia.
Es necesario comenzar con un guía, se puede comenzar directamente con meditaciones auto guiadas???
El uso de guía puede ser interesante si de verdad no hay forma de practicarlo sin ella, pero siempre recomendaremos la práctica pura. 🙂