«Muchos piensan que es muy complicado tener momentos de disfrute y de conexión mientras estás trabajando. Y hay quienes tienen razón. ¿Por qué? Porque no hacen nada para que no sea así. Para ello, vamos a entrenar la meditación mindfulness en el trabajo.»

En cambio, ponte en situación con nosotros por un momento. Estás en tu puesto de trabajo (de pie o sentado o como sea) y de repente te atreves a sonreir porque te sientes bien. No hay nada en concreto que te haya sacado esa mueca, ni un recuerdo afortunado, ni el término de una tarea tediosa… ¡ni rastro! ¿Qué puede haber pasado? (aún no pienses en la meditación mindfulness en el trabajo…)
Nada imposible: que hayas tenido la conciencia de que estás “aquí y ahora”. Mientras estás en ese estado pasajero (pero potente y profundamente cambiador) que muchos llaman “mindful” en inglés, es muy posible que te haya salvado la jornada laboral. Entre tantos comederos de cabeza, complicaciones de última hora, soluciones forzadas y actividades poco gratificantes, es un salvavidas. La meditación mindfulness en el trabajo hará que esa conciencia plena aparezca más y más a menudo.
Cuando practicas Mindfulness con asiduidad, va impregnando cada vez más situaciones de tu día a día. Con eso desembocas en que en mitad de un negro túnel muy largo y sin salida en el que estés, se aclare con mayor simpleza. Apareciendo soluciones donde parecía que no las había. A eso vamos a llamarlo “el efecto del concursante de televisión”.
A todos nos ha pasado estar contestando fácilmente desde casa las preguntas que el presentador va haciéndole al aspirante a millonario mientras éste va pasando las de Caín para avanzar hacia la siguiente. Entonces nos preguntamos ¿es que el concursante que acaba de fallar no sabe que hay 5 continentes? ¿Tampoco las letras que faltan para completar el nombre de un famosísimo cantante como Michael Jackson?
No es que no lo sepa, es que no puede acceder a la información porque está dentro de esa amalgama de emociones, nervios, sensaciones extrañas. Y está “siendo” todo eso. Nosotros desde nuestras casas contestando a todas las preguntas correctamente seríamos el ejemplo del que medita con asiduidad. Ejemplo de que aunque las circunstancias se compliquen y nosotros podamos sentir agobio, actuaremos con claridad, serenidad y buenos reflejos. Si somos conscientes de lo que está pasando en nosotros y hemos aprendido a gestionarlo. Por ello, vamos a practicar la meditación mindfulness en el trabajo.
Y es que la meditación nos lleva a confiar más en nosotros mismos, en nuestras capacidades. Ya sabes que cuando no hay dudas, es difícil hacer las cosas mal y sin disfrutarlas.
¿Y podemos meditar en el trabajo?
Cada vez hay más empresas que tienen rutinas de prácticas Mindfulness diarias, con su tiempo y actividades programadas (haremos un post sobre qué empresas y sus métodos más adelante). Apenas si se invierten unos 5-15 minutos y los trabajadores aumentan su rendimiento, se sienten más realizados y perciben que pertenecen a algo grande de lo que son una parte importante.
Mientras tu empresa decide o no poner ésta formación en mano de sus trabajadores tú puedes hacerlo. Para meditar en el trabajo: entrenando la meditación mindfulness informal, sugerimos dos maneras… ¡aunque seas el único que lo practique!
- 1. Meditación formal: Toma unos minutos a una hora determinada todos los días para realizar una meditación, aunque sea breve. Igual que se sale a fumar o tomar un café, tú puedes buscar un buen lugar para meditar. ¿Te da vergüenza que te vean? Prepara unos tapones para los oídos que te aíslen del ruido y enciérrate en el baño. Puede parecer una locura, aunque funciona y allí no te molestarán. Te lo decimos por experiencia.Meditar en el trabajo entrenando la meditación mindfulness informal es muy potente.
- 2. Meditación informal: si trabajas en una oficina, por ejemplo, inspira 3 veces mientras mantienes tu atención en un punto fijo que no sea llamativo ni que te distraiga y dale a tu mente las indicaciones de “tomar conciencia de la respiración”. Una vez hecho ésto, desliza suave, lentamente y con conciencia las manos por el reposabrazos de la silla, el borde de la mesa e incluso por el ratón del ordenador. La idea es que tomes contacto con aquellas cosas que más usas en tu jornada laboral, aunque desde un estado buscado de calma, tranquilidad, confianza y redescubrimiento, todo ello sin juzgarte, aceptando lo que venga y con ganas de abrirte a lo que estás recibiendo de tus sentidos. Con ello estás trabajando el “yo observador” y la “actitud del principiante”, llevándote a una nueva y mejor conexión con eso con lo que interactúas a diario sin llegar a conectar del todo, hasta ahora…
Practicar Mindfulness en el trabajo te permitirá mejorar tu relación con éste más aún. Además, es una gran manera de disfrutar más de algo que vas a seguir haciendo por muchísimo tiempo. ¿No lo crees? Pruébalo y nos encantaría saber qué te ha parecido.
Sinceramente me ha parecido muy interesante, lo probaré y lo compartiré en el trabajo.
¡Muchísimas gracias! Esperamos que aporte valor a tus compañeros.